Partiendo de la experiencia de los dibujos curativos, creada por Aitor Saraiba y trasladada con éxito a varias ciudades, proponemos una vuelta de tuerca más: impartir la formación necesaria para que acciones similares puedan ser realizadas con dibujantes de la propia ciudad. No sólo las ciudades son las destinatarias de esta propuesta: colectivos de cualquier tipo pueden ser una cantera idónea para futuros dibujantes sanadores